El proyecto

El cultivo de la soja en España y en general en Europa es minoritario. Su importación es muy elevada debido a la necesidad de alimentación de la cabaña ganadera, que es su principal cliente en este momento. Según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, en 2018 se siembran 1.481 hectáreas en toda España (casi el 50% en Extremadura). Mientras que en Navarra sólo se sembraron 38 hectáreas.


El proyecto pretende abordar la necesidad de incrementar la producción de proteína de origen vegetal en la UE y que resulta identificable en los objetivos descritos en la Política Agraria Comunitaria, así como otros documentos sobre la generación de proteína vegetal en la UE.


Para ello mostramos una solución en torno al uso de la soja, pero como segundo cultivo, a diferencia de otras estrategias habituales, donde una soja de ciclo corto puede integrarse en un modelo sostenible de rotaciones en herbáceos, siendo una alternativa más interesante.


Se pretende realizar a través de un modelo de producción innovador basado en sistemas optimizados de rotación de cultivos herbáceos que tengan a la soja (no transgénica) como segundo cultivo, en el marco de la misma práctica (rotación de cultivos) descrita en los ecoesquemas de la PAC, a partir de 2023. Todo ello, a través de herramientas de gestión del dato, obtenido a través de modelos digitales y combinado con prácticas agrarias sostenibles.


Pretende ayudar a las personas que trabajan en el campo a incorporar, de una forma planificada, la posible práctica de la rotación de cultivos, a través de las nuevas tecnologías como fuentes de información detallada sobre el manejo de los cultivos y que se conviertan en aliados para conseguir una optimización del uso de fertilizantes, fitosanitarios, energía y agua.


El proyecto monitorizará la gestión de insumos y el impacto que tiene en el binomio suelo-cultivo para modelizar el mejor sistema agrario para que la soja pueda implantarse de forma sostenible y económicamente viable.